En una era de incertidumbre global, el principal recurso de Asia Central es la buena vecindad, la cohesión y el apoyo mutuo. Fortalecer la confianza y la asociación responde a los intereses de millones de personas que vinculan su futuro con la paz, la estabilidad y el desarrollo de la región. Así lo expresa el artículo del presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyóyev, “Asia Central en el umbral de una nueva era”, publicado en el sitio web del jefe de Estado.
El líder uzbeko subrayó que hoy Asia Central (AC) está entrando en un nuevo período históricamente significativo de desarrollo. Por primera vez en muchos años, se está formando en la región una atmósfera de confianza y respeto mutuo, que se ha convertido en la base de un avance conjunto hacia adelante.
Un símbolo destacado de estos cambios son las Reuniones Consultivas de los jefes de las repúblicas de Asia Central, que se han consolidado como un mecanismo eficaz de interacción y diálogo de confianza. En este sentido, Mirziyóyev expresó su esperanza de que la próxima cumbre en Taskent marque un hito importante en la construcción conjunta de una región estable y próspera. En esta línea, el presidente uzbeko manifestó su confianza en que la próxima cumbre con la participación de los presidentes de los Estados de Asia Central, que se celebrará el 16 de noviembre en Taskent, constituya un importante punto de inflexión en la edificación conjunta de una región estable y próspera.
El presidente enumeró varios logros de la cooperación entre los países, como la resolución de cuestiones fronterizas. En este marco, tiene un significado histórico el Tratado sobre la confluencia de fronteras de tres estados firmado en marzo de 2025 y la Declaración de Juyand entre Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán.
También se destacaron proyectos en el sector hídrico-energético, en particular la construcción de la central hidroeléctrica de Kambarata, en la que participan Uzbekistán, Kirguistán y Kazajistán. Un ejemplo de compromiso razonable fue el acuerdo entre Taskent y Bishkek sobre el uso conjunto del manantial de Chashma, así como el acuerdo entre los gobiernos de Uzbekistán y Turkmenistán sobre el uso racional de los recursos del río Amu Daria.
“Un documento programático importante fue la Concepto para el Desarrollo de la Cooperación Regional ‘Asia Central — 2040’, adoptada en 2024 en la cumbre de Astaná. Este documento definió las prioridades a largo plazo de la cooperación, dirigidas a garantizar la seguridad regional y el desarrollo de nuestros países”, resumió Mirziyóyev.
La región muestra un crecimiento económico estable. En los últimos ocho años, el PIB combinado de las repúblicas de Asia Central ha aumentado casi 2,5 veces, hasta alcanzar los 520 mil millones de dólares. El volumen del comercio exterior se duplicó y llegó a 253 mil millones de dólares. Mientras tanto, el comercio intrarregional también se duplicó y asciende a 11 mil millones, mientras que las inversiones mutuas aumentaron 5,6 veces.
Otros sectores, en particular el turismo, también se están desarrollando. Como señaló el líder uzbeko, la proporción del turismo intrarregional supera el 80%.
“Lo que hasta hace poco parecía un sueño —la libre circulación, el respeto mutuo, el sentimiento de cercanía y confianza— se está convirtiendo en realidad”, enfatizó el presidente.
El dirigente de Uzbekistán destacó asimismo los éxitos de los países de la región en el escenario internacional. En este contexto, desempeñan un papel especial las negociaciones en el formato “Asia Central más”. Así, solo en el presente año se han celebrado las cumbres “AC — Unión Europea”, “AC — Estados Unidos”, “AC — Rusia” y “AC — China”, lo que confirma la creciente dinámica y el significado estratégico de la región en la política global.
Sin embargo, según el líder uzbeko, las repúblicas deben seguir fortaleciendo sus interconexiones, desarrollando la asociación económica y humanitaria, y prestando mayor atención a las cuestiones de ecología y seguridad.
“Para Uzbekistán, el desarrollo de la cooperación regional no es una elección táctica, sino una línea estratégica consciente, que surge de la comprensión de nuestra responsabilidad común por el futuro de Asia Central”, concluyó Mirziyóyev.



