Pakistán intensifica la expulsión de refugiados afganos tras nuevos choques fronterizos

Foto del sitio tass.ru

Las autoridades de Pakistán han desplegado una campaña a gran escala para la expulsión forzosa de migrantes afganos del país. Por ejemplo, en la ciudad de Quetta, las fuerzas de seguridad dieron a los recién llegados una semana para abandonar sus hogares. De lo contrario, los extranjeros enfrentan multas y arrestos, informa la agencia Khaama.com.

El subcomisionado de policía Mansoor Ahmed confirmó que se ha dado a los ciudadanos de Afganistán siete días para desalojar sus hogares y tiendas. Después de este plazo, comenzarán estrictas inspecciones. Quienes violen la orden enfrentarán procesamiento judicial. Los funcionarios pakistaníes explican sus acciones como parte de una operación contra los refugiados ilegales.

Como señalan los medios locales, la presión sobre los afganos se intensificó después de un nuevo episodio de escalada en la frontera entre los países, observado la semana pasada. Cabe recordar que en varios puntos de control ocurrieron enfrentamientos armados, seguidos de intercambios de disparos con el uso de aviación. Como resultado, hay decenas de víctimas en ambos lados. Sin embargo, pronto las autoridades de Afganistán y Pakistán anunciaron una tregua temporal.

Mientras tanto, llegan informes de presión sobre ciudadanos afganos desde varias ciudades de Pakistán. En Karachi, al sur del país, las fuerzas de seguridad están demoliendo viviendas en asentamientos de refugiados. Aunque los extranjeros afirman haber adquirido los terrenos legalmente, los funcionarios locales les niegan el derecho de propiedad y, con el pretexto de prevenir la toma de tierras, expulsan a los afganos que residen allí y destruyen las construcciones.

Según la policía de Karachi, en la llamada «zona afgana», solo el 15 de octubre fueron demolidas más de 300 casas y varias tiendas. Las autoridades prometen continuar la operación, añadiendo que los migrantes que opusieron resistencia fueron detenidos.

Se precisa que en el campamento de refugiados afectado por la policía hay alrededor de 3 mil viviendas donde residen 15 mil afganos. Aunque, según sus vecinos, la mayoría de los recién llegados ya han regresado a su país y actualmente no hay más de 1,500 extranjeros en la zona.

El ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, se pronunció sobre la situación, declarando que las condiciones en Afganistán han cambiado, por lo que los refugiados deben regresar a su patria. También se sabe que Islamabad decidió cerrar diez campamentos de refugiados afganos y transferir las propiedades de los extranjeros al Estado.

Después de que el movimiento Talibán* tomara el poder en Afganistán en 2021, millones de refugiados se trasladaron al vecino Pakistán. Temían persecución por parte de los radicales, así como un drástico deterioro de la calidad de vida y violaciones masivas de los derechos humanos.

Aunque con el tiempo, los afganos que no obtuvieron asilo en el extranjero están regresando a su país. Según la ONU, solo en el presente año más de 2 millones de personas han retornado desde Irán y Pakistán, lo que agrava la crisis humanitaria en Afganistán.

*La organización está reconocida como terrorista y prohibida en varios países.