Represión transnacional: Turkmenistán amplía su caza de disidentes en el extranjero

Saddam Gulagov. Foto del sitio turkmen.news

El activista turcomano Saddam Gulámov fue extraditado de Rusia a finales de 2023 o principios de 2024. En su país natal fue condenado a ocho años de privación de libertad y, desde la primavera de 2024, permanece recluido ilegalmente en régimen de aislamiento disciplinario (SHIZO), informa turkmen.news.

Entre 2020 y 2021, mientras residía en Rusia, donde trabajaba como actor de papeles episódicos, Gulámov criticó en redes sociales las acciones del gobierno de Turkmenistán encabezado por Gurbanguly Berdimuhamedow. Denunció al régimen en medio de la crisis alimentaria, la negación de la pandemia de COVID-19 y el silencio sobre las consecuencias del huracán que azotó el país en mayo de 2020. Instó a sus compatriotas a «dejar de temer al dictador y adorarlo».

Gulámov cumple condena en la colonia de régimen general LB-E/12, en la provincia de Lebap. La reclusión prolongada en régimen de aislamiento disciplinario contradice el Código Penitenciario de Turkmenistán, que limita este castigo a quince días. Según una fuente de la publicación en los organismos de seguridad, la orden de crear condiciones especiales para Gulámov provino del Ministerio de Seguridad Nacional (MSN).

En la celda del activista solo hay un colchón y un inodoro. Se le prohíben las visitas, la recepción de cartas y paquetes, así como la compra de productos en la tienda de la prisión. Solo se le permite salir al patio durante media hora a las dos de la madrugada. Se informa que Gulámov intentó suicidarse al menos en dos ocasiones, tras lo cual la administración de la colonia comenzó a utilizar a otros reclusos para vigilarlo constantemente.

Los defensores de derechos humanos califican esta reclusión prolongada en aislamiento disciplinario como tortura. En condiciones similares en la misma colonia se encuentra otro activista turcomano, Mälikberdi Allamuradov, también extraditado desde Rusia a finales de 2023.

La publicación señala que en los últimos años las autoridades de Turkmenistán han intensificado la persecución y repatriación de críticos del régimen desde el extranjero, en particular desde Turquía y Rusia. Contra ellos, por lo general, se fabrican causas penales. Además de Gulámov y Allamuradov, en 2021 fue trasladado desde Rusia el activista Azat Isakov, cuyo paradero actual se desconoce.

La representación de la ONU en Turkmenistán, según turkmen.news, está al tanto de la situación de los presos políticos, pero no la comenta públicamente. En mayo de 2023, cuatro reclusos enviaron una carta al coordinador residente de la ONU Dmitry Shlapachenko, denunciando la presión y las violaciones de derechos, pero este se negó a comentar sobre la petición.

También son perseguidos los disidentes contrarios a la política gubernamental que residen directamente en Turkmenistán. Así, al activista civil Murat Dushemov, poco antes de cumplir su condena de cuatro años, se le imputaron nuevos cargos fabricados y fue sentenciado a ocho años adicionales de privación de libertad. Actualmente se encuentra recluido en una colonia de régimen estricto.