Rusia pagará compensaciones en relación con el accidente del avión de la aerolínea azerbaiyana AZAL cerca de la ciudad kazaja de Aktau. Así lo declaró el presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante una reunión bilateral con el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, en Dusambé, informa RIA Novosti.
«Todo lo que se requiere en tales casos trágicos se hará por parte de Rusia en cuanto a las compensaciones», cita la agencia las palabras del líder ruso. Él también prometió dar una evaluación legal de las acciones de los funcionarios en relación con la tragedia.
«Ahora en general ya se puede hablar de las causas de esta tragedia. Está relacionada con varias circunstancias», cita a Putin Interfax. «La primera consiste en que en el cielo había un dron ucraniano. Estábamos siguiendo tres drones que cruzaron la frontera de la Federación Rusa».
Como segunda causa, el presidente mencionó una falla técnica del sistema de defensa antiaérea de Rusia. «Dos misiles que fueron lanzados no impactaron directamente al avión; si eso hubiera ocurrido, se habría estrellado en el acto, sino que explotaron —quizás fue una autodestrucción— a unos metros, aproximadamente a diez metros», continuó.
Según Putin, «el daño ocurrió, pero principalmente no por los elementos de combate, sino probablemente por los escombros de los propios misiles, y por eso el piloto lo percibió como una colisión con una bandada de pájaros, sobre lo cual informó a los controladores rusos, y todo esto está registrado en las llamadas cajas negras».
«En general, principalmente [sobre las causas del accidente de AZAL] expuse lo que me informaron justo antes de nuestra reunión —ayer y anteayer—», agregó Putin, dirigiéndose a Aliyev. Este, a su vez, agradeció al presidente de Rusia por mantener bajo su control personal la investigación de las causas del accidente del avión.
El accidente del Embraer 190 de la aerolínea Azerbaijan Airlines (AZAL) ocurrió el 25 de diciembre. El avión realizaba el vuelo Bakú-Grozni, pero, como se informó, no pudo aterrizar en la capital de Chechenia. El avión dio la vuelta y voló hacia Aktau en Kazajistán, emitiendo una señal de emergencia. La aeronave se estrelló a 3 km del aeropuerto. Como resultado, murieron 38 de las 67 personas que iban a bordo. Entre ellos había ciudadanos de Azerbaiyán, Kazajistán y Rusia.
Después del accidente, se mencionaron varias versiones de lo ocurrido, desde una colisión con pájaros hasta un impacto externo en el avión. A finales de diciembre, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, declaró que Moscú estaba intentando encubrir el asunto de las causas del accidente aéreo. Al mismo tiempo, enfatizó que el avión fue dañado por medios de guerra electrónica, y que como resultado del fuego desde tierra (en Grozni en el momento del aterrizaje se repelía un ataque de drones ucranianos), la parte trasera resultó gravemente afectada.
Para investigar el accidente, se creó una comisión bajo el Ministerio de Transporte de Kazajistán. En la investigación participaron especialistas de Azerbaiyán, Rusia y la empresa fabricante del avión, Embraer.
En febrero de 2025, el Ministerio de Transporte de Kazajistán publicó un informe preliminar sobre el progreso de la investigación. El documento no contenía conclusiones definitivas sobre las causas del accidente. En el informe se mencionaba que se encontraron agujeros en el fuselaje de la aeronave, así como objetos metálicos extraños, que fueron enviados para su examen.



